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lunes, 10 de septiembre de 2012

La energía, cada vez más cara

Hoy voy a escribir sobre la energía, ya que este mes al recibir la factura de la luz me he llevado una sorpresa, por llamarlo de alguna manera. Y todo viene como resultado de los Autos del Tribunal Supremo (de fecha 28 de febrero, 2, 8, 12 y 15 de marzo de 2012) que obligaron a revisar los componentes regulados de los precios de la luz del periodo comprendido entre los meses de octubre de 2011 y marzo de 2012. El Ministerio de Industria publicó la normativa que fija los nuevos precios de la energía el 26 de abril de 2012.
En la práctica, esta situación supone una subida (cómo no!!!!) del precio de la luz entre octubre de 2011 y marzo de 2012, lo que producirá una revisión de los importes facturados para dicho periodo. Esto lleva a que hasta final de año 2012 nos fraccionen el pago en partes iguales tal y como establece la Orden IET 843/2012. Para la identificación los importes aparecerá en la factura líneas adicionales con el concepto correspondiente "Ajuste de precios 4º T 2011" y/o "Ajuste de precios 1º T 2012".
Debido a esta situación me he propuesto saber ¿porqué se produce dicha subida?y ¿cuál es el origen del tan llamado déficit tarifario?
Según la Comisión Nacional de Energía (1) (ente regulador de los sistemas energéticos) el sistema eléctrico español registra un déficit estructural de ingresos de actividades reguladas (2) (déficit tarifario) desde hace una década, debido a que los costes que se han reconocido a las distintas actividades y costes regulados han sido (y siguen siendo) superiores  que los ingresos obtenidos por los precios regulados que pagan los consumidores.
Teóricamente, las tarifas se determinan como la suma de los costes en los que se incurre para la provisión de un servicio regulado. Puesto que las tarifas se establecen antes de incurrir en ciertos costes, se estiman de cuál será el nivel de éstos y también de cuales serán los volúmenes de energía que serán consumida.
Obviamente, estas previsiones están sujetas a errores. Un claro ejemplo de costes a prever y de posibles errores de estimación asociados a ellos serían los siguientes es la facturación a tarifas reguladas. La energía realmente consumida, medida en los contadores de los clientes, es facturada a las tarifas previamente establecidas. Si el consumo real es distinto al previsto en el momento de fijar las tarifas, el volumen de ingresos facturados será diferente, pudiendo dar lugar a un déficit o a un superavit.
En España, las sucesivas tarifas aprobadas por los Gobiernos anualmente (hasta 2007) o trimestralmete/semestralmente (desde 2007) han generado sucesivos déficit de tarifas, que se han ido acumulando, debido a que las previsiones de costes habrían sistemáticamente subestimado los costes reales (costes insesgadas (3) ).
Esta divergencia sistemática entre los costes reales esperados y los que el regulador considera para determinar las tarifas se debe, al coste en términos políticos de las subida de las tarifas, a su supuesto impacto sobre la inflación o al efecto sobre la competitividad de algunos sectores industriales intensivos en energía.
El déficit de tarifas proviene de la dificultad de combinar los precios regulados por los gobiernos, con los precios fijados por la interacción de la oferta y la demanda en mercados liberalizados y costes reales de suministro.
Todos los países que han abordado procesos de liberalización, han padecido este problema de combinar precios y tarifas, algunos ejemplos de ellos son el Reino Unido y los países nórdicos de Europa que lo han solucionado eliminando las tarifas reguladas mientras que otros, como los Estados del Este de EE.UU y gran parte de Sudamérica, fijan las tarifas mediante la agregación de las retribuciones correspondientes a todas las actividades eléctricas que la componen.
También se a argumentado como la causa de la divergencia entre las tarifas aprobadas y los precios mayoristas , la falta "fiabilidad" de estos últimos.
La solución adoptada en España de financiar el déficit tarifario (las diferencias entre los precios implícitos en las tarifas reconocidas y los precios del mercado con cargo al consumo futuro) plantea problemas de eficiencia y barreras al desarrollo de la actividad de comercialización.
Problemas de eficiencia, porque al bajar los precios actuales y elevar los precios futuros se favorece el incremento del consumo presente en unos momentos en que la consecución de la eficiencia energética, para facilitar la transición hacia modelos energéticos más sostenibles que los actuales, constituye un objetivo de la política energética europea. Contener los precios actuales de la energía, financiadolos con cargo al consumo futuro, eleva el consumo presente respecto a los niveles de consumos requeridos y eficientes en un modelo sostenible.
Por otro lado, y hasta la total desaparición de las tarifas integrales el 1 de julio de 2009, el déficit de tarifas ha supuesto un grave impedimento al desarrollo del mercado libre debido a la imposibilidad de que los comercializadores pudieran batir en el mercado  a unas tarifas integrales por debajo de costes que sirvieron de refugio a los consumidores.
En relación al argumento de controlar la inflación, a veces citado por algunos para la toma de decisiones de contención tarifaria y que conducen a la creación de déficit, se trataría de un control de la inflación (4) momentáneo, más aparente que real, al tratarse de una "inflación aplazada" hacia el futuro. De la misma forma, algo similar sucedería con el argumento de proteger la competitividad de algunos sectores industriales intensivos en el consumo de energía, además de estar introduciendo distorsiones adicionales en dichos mercados.
La primera solución al problema del déficit financiado con cargo al consumo futuro sería que la totalidad de los costes actuales se trasladen al precio presente. Esto llevaría a unas subidas instantáneas (o en un corto plazo de tiempo) de las tarifas de acceso aproximadamente del 70%. El efecto en el precio final de venta de la electricidad al consumidor de esta subida se situaría entre 30-35%, según la tensión y el tipo de suministro.
A medio-largo plazo la subida necesaria se sitúa en torno al 100% de las tarifas de acceso, esto es, duplicar las tarifas.

(1) La Comisión Nacional de Energía de España es el ente regulador de los sistemas energéticos, creado por la Ley 34/1998, de 7 de octubre, del sector de Hidrocarburos, y desarrollado por el Real Decreto 1339/1999, de 31 de julio, que aprobó su Reglamento.
Sus objetivos son velar por la competencia efectiva en los sistemas energéticos y por la objetividad y transparencia de su funcionamiento, en beneficio de todos los sujetos que operan en dichos sistemas y de los consumidores. A estos efectos se entiende por sistemas energéticos el Mercado Eléctrico, así como los Mercados de hidrocarburos tanto líquidos como gaseosos (gas natural, petroleo...)
(2) Actividades reguladas,  desde el comienzo de la liberación se planteó que algunas actividades de la compañias tradicionales del suministro eléctrico y de gas debían de continuar siendo reguladas. Debido al que las expoliaciones de redes físicas de cables y gasoductos está sujeta a economías de escala, lo que hace que tengan un carácter de monopolio natural, y así las empresas de redes ni podían ni debían competir en el mercado. Por lo que las actividades reguladas, que forman partes del esquema de los ingresos regulados, está constituido por el transporte , distribución y las operación del sistema (o la Gestión Técnica del Sistema, como se denomina en el caso de gas natural). Constituyendo en este caso partes de la actividad en competencia, los generadores de la energía,  los que realizan la gestión económica del sistema, los comercializadores y consumidores cerrando el círculo del sistema eléctrico.
(3) Costes Insesgados, la portabilidad de error del coste al alza y a la baja sea la misma a los largo del tiempo, dando lugar a que el déficit promedio o acumulado tendería a ser nulo.
(4) El término inflación, en economía, se refiere al aumento de precios de bienes y servicios en un periodo de tiempo. Otra forma de definirlo es como la disminución del valor del dinero respecto a la cantidad de bienes o servicios que se pueden comprar con dicho dinero. Es decir, si tenemos un servicio, como puede ser ir en autobús de Madrid a Barcelona, y el precio de este servicio aumenta con el tiempo, tenemos inflación. También podría verse como que el valor del dinero ha menguado, debido a que para un mismo servicio, hay que pagar más dinero

Dibujar: Christina Aguilera y Ruth Lorenzo

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